Vuelvo a escribir, con mucho o nada por contar, derramar en el teclado palabras, letras que no signifiquen absolutamente nada, mi última entrada fue hace un año y medio, no he estado "comprometida" con este blog, sin embargo siempre vuelvo a leer lo poco que tengo aquí.
Estas letras me recuerdan que siento, que en algún momento tuve algo por decir, volviendo a la última entrada, aún extraño a mi abuela: siempre lo haré; la unidad que representaba en mi vida y en la familia poco a poco desaparece.
Con mi fantasma las cosas no son muy diferentes desde hace año y medio o tres o los ocho años que se cumplirán en unas semanas desde que descubrí que era algo más que mi amigo. Dicen que las cosas cambian, pero con él esto no es verdad, permanecemos estáticos, siempre encerrados en la misma burbuja que no nos permite crecer, aun con las tantas palabras que no se concretan, que no llegan a convertirse en promesas, ni en realidades. Ni hacia atrás ni hacia adelante, el punto medio siempre será nuestro lugar, al parecer.
Así que aquí estoy, con la mente en blanco, el corazón cada vez más confundido y con los recuerdos y nostalgias cada día más a flor de piel. Estoy de regreso... indefinidamente.
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