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Mostrando entradas de agosto, 2014

Herminio Martínez, hombre de temporal

Una vez más, agosto se tiñe de tristeza, el dragón ganó la batalla y mi maestro Herminio Martínez regresó al viento de Machigua.  Qué difícil es saberse efímero, saberse frágil, mortal, qué difícil es despedirse de quienes han marcado tu vida. Maestro Herminio, gracias por tanta inspiración, por las palabras, por las anécdotas, por creer en quienes asistimos al taller "Diezmo de palabras". Gracias por hacerme saber que la literatura da vida, y es así que usted seguirá vivo en sus letras, en cada metáfora, en cada palabra, incluso en este blog que lleva por nombre uno de sus versos. Hace unos meses hice una reseña de la poesía de este gran escritor, la dejó aquí.  A los pies de Machigua Herminio Martínez nació el 13 de marzo de 1949, en la Cañada de Caracheo (Cortazar, Guanajuato), a los pies de Machigua, nombre con que ha bautizado al Cerro de Culiacán. Creció con la naturaleza, entre cantos de pájaros y árboles que lanzaron al viento sus letras.
Y ella sigue ahí, en él. Difícil entender que el pasado tenga tanto peso sobre la memoria, que nos regrese, una y otra vez, al mismo recuerdo, el instante en que comenzamos a morir. No puedo con los fantasmas, menos si esos fantasmas siguen tan presentes, si recorren las palmas de sus manos. No soy buena remendando heridas.

DOÑA JULIA

¿Cómo será perderlo todo en un suspiro? ¿Qué te obligó a renunciar?  La vida cansa, quizá sea verdad. Han pasado cuatro años de tu muerte, y aquí pasan y dejan de pasar cosas, momentos, llantos, sonrisas. Hay caras nuevas en la familia, ésta crece y crece y, al parecer, también olvida, pero no a ti, eso es seguro.  Te recuerdo de sonrisa coqueta y mirada inquebrantable, te recuerdo con el amor que nos enseñaste a sentir , a tu manera, a nuestra manera.  Tu ausencia es un golpe a la memoria, un insulto a mis días en el espejo.  Pero te cuento, estoy aprendiendo a hablar de ti sin llorar en el intento.  Te abrazo, de aquí a donde estés, doña Julia. DOÑA JULIA Ella es inalcanzable Estatua perfecta de la inmensidad. Fragmento de estrella fugaz que recorre insistentemente las plantas de mis pies. El misterio se resuelve al encontrarme en su mirada, seres marrones que seducen, liberan, cautivan. El ayer se pasea por sus manos, juega, discute y se rin