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Sólo van dos meses...

Hola Julia:
Han pasado dos meses desde que te nos fuiste, alguna vez subí a este blog una foto tuya y dije que eras la mujer a la que más admiro y lo sigues siendo. Me ha sido demasiado difícil aceptar que no te puedo abrazar, que no puedo llegar a casa y darte el respectivo beso diciendote: "ya llegué, Julia". Sé que debo dejarte ir, tratar de entender que era algo que tenía que pasar, pero chingao, aún tenía muchos planes en los que tú estabas presente, aún tenías mucho que platicarme, aún no sé hacer bien los buñuelos, quién va terminar la bufanda que empezamos y que ahora parece una cobija, quién me va a regañar por las faldas y vestidos corts y los cortes de cabello. ¿Quién Julia, quién? Todo este debraye de letras es para decirte que te extraño como sí tienes una idea, que te estoy llorando en abonos, me haces tanta falta y sigo algo molesta porque siento que me fuiste arrebatada. Te has de estar riendo de mi, de tu negra que sentada frente a la computadora con los ojos llorosos y el nudo en la garganta te escribe con la inteción de sentirse un poco mejor.
Ja, recuerdo cuando te dijeron: "¿Es tu nieta? se parece mucho a ti"... y tus palabras fueron: "mmmm, pues si, eso dicen".
Así es esto Doña Julia, yo estoy aquí extrañándote y tú estás con el abuelo dándole vuelo a la "hilacha".
Te amo, méndiga viejilla hermosa!

Comentarios

  1. quise escribirte porque me gusta mucho como escribis.

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  2. Un filósofo escribió: "cuando existe la vida, no existe la muerte, y cuando existe la muerte, ya no existe la vida". Pero se le olvidó que cuando para nosotros existe la vida, para otros existe la muerte y es ése nuestro talón de aquiles, es ahí donde el ser humano sufre.
    ¡Que Dios sepa consolarte!

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