Recuerdo efímero del tiempo marchito en ensayo fugaces, el aliento opacado por un misterioso polvo de tierras lejanas. No hay nada más que decir, nada más por hacer sólo dejarnos en el ayer. Cuento los pasos y escucho los acentos mal colocados en palabras arcaicas, vístete, es momento de despertar las sirenas están cansadas de tanto cantar: do, re, mi, fa, sol. Inquieta, callada, mojada recorro el paraje insólito de nuestros ojos ocultos en dunas intransigentes, queriendo olvidar que (te) olvidé sin querer