A falta de palabras propias recurro a las palabras olvidadas, a la poesía del otro, ese otro en el que me veo y descubro. Diciembre siempre ha sido un mes extraño, entre los días rojos y los de ausencia, entre las dudas y propósitos jamás cumplidos, entre las sonrisas que ya no existen y los abrazos que hicieron falta. Entre tantas cosas sin sentido, me encuentro, revolviendo entre las sábanas los anhelos muertos. EL POLVO DEL DESEO Gonzalo Rojas Por mucho que la mano se me llene de ti para escribirte, para acariciarte como cuando te quise arrancar esos pechos que fueron mi obsesión en la terraza donde no había nadie sino tú con tu cuerpo, tú con tu corazón y tu hermosura, y con tu sangre adentro que te salía blanca reseca, por el polvo del deseo: Oh, por mucho que tú hayas sido mi perdición hasta volverme lengua de tu boca, ya todo es imposible. Allá abajo los barcos me esperan. Con su ruido me estoy partiendo de todas las cosas, de tu carácter y de tu belleza.