Hay días en los que me pregunto ¿a quién o para qué escribo? Hoy es uno de esos días, simplemente he querido plasmar letras, no sé hacia dónde voy, ni si estoy haciendo lo que quiero o debo. Dudas y confusión se deslizan por estos dedos necios, una supuesta tranquilidad se dibuja en mi sonrisa, pero llevo días (otra vez los infernales días) dudando de ella, quizá me encuentre en la punta más alta de algún extraño recuerdo que de alguna u otra manera me conducirá al vacío, caeré igual de rápido como cuando subí sin darme cuenta. En esta noche de todo y nada, me encuentro con este poema de Alfonsina Storni, e igual que el "yo lírico" espero, busco y dudo de la caricia perdida, aquellas noches en las que el amor fue el mejor invento, y me pregunto si alguna vez volverá mi recuerdo a la memoria del extraño, o del futuro viajero. LA CARICIA PERDIDA Se me va de los dedos la caricia sin causa, se me va de los dedos ... En el viento, al rodar, la caricia que vaga sin destin