Quizá es un buen momento para que las palabras se derramen sin sentido y los latidos se olviden en el teclado que tocan mis dedos, letras pequeñas, letras en tono azul significando poco o tal vez nada, el tarareo de una canción que habla del ayer, un ligero olor a melancolía se pasea por mi cuerpo y de repente, se detiene. ¡Cuenta, cuéntame algo que sea verdad! O miénteme como siempre, yo seguiré sentada en esta silla que puede ser el juguete perfecto de cualquier niño, esperando un momento para olvidar, olvidar que debo recordar, recordar que los silencios gritan en mis sueños y soñar que escribo frente a una computadora un texto que se olvidará. Olvidé escribir para ti, ¿ o para mi?